Cómo hacer una colección de moda y que triunfe

​Muchos diseñadores creen que una colección de moda consiste en crear una serie de prendas que guarden “cierta” coherencia entre ellas. ¿Mismos tejidos, mismos colores, estilismos similares…? Este es el principal error de aquellos que abordan una colección por primera vez, sin seguir una metodología creativa y un proceso maduro de conceptualización.

Una propuesta puede estar impecablemente confeccionada, la ropa puede ser súper ponible y gustar a todos y, sin embargo, como colección puede no tener recorrido en el mundo de los concursos y las pasarelas. Por el contrario, a veces nos encontramos prendas de confección imperfecta y outfits imposibles que triunfan allí donde se presentan ¿por qué? La respuesta es clara: porque cuentan algo y lo cuentan bien.
En varias ocasiones he sido invitado a ser jurado de concursos y certámenes. Cuando reviso el trabajo de los participantes los primeros descartes son aquellos proyectos que carecen de argumentos, en los que nada justifica las decisiones tomadas. Suelen ser colecciones con un motivo visual definido (colores, tejidos, estampados, formas), en las que se suceden los outfits con variaciones, sin que se entienda cual es la intención o el modelo de personaje al que se quiere vestir. Esto no es una colección, podríamos decir que es una serie de prendas.

Cuando nos presentamos a un concurso, tenemos que tener claro que una colección de moda es TODO. Cuando digo todo me refiero a que la colección comienza por nosotros mismos y termina en cada uno de los detalles que incluyo en mi dossier de presentación.
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Existen una serie de máximas a tener en cuenta para hacer una colección exitosa:

​Nadie va a elegir nuestro proyecto si no nos lo creemos nosotros primero. Antes de crear nada, debo tener claro qué tipo de diseñador soy. No es lo mismo apostar por la experimentalidad máxima (Hussein Chalayan), que potenciar los valores artesanales de la moda (Jaquemus) o producir colecciones exquisitas para alfombra roja (Zuhair Murad). Todas estas opciones son igual de validas, pero hay que definirlas antes de tomar ninguna decisión más. ¿Quién soy? ¿quiénes son mis referentes?, ¿qué sensaciones quiero que provoquen mis creaciones?… y yendo aún más lejos ¿cómo quiero que me recuerden?… Todas estas respuestas me ayudarán a definirme, a producir coherentemente en base a mis objetivos y crearme una imagen de marca propia para utilizar en todos mis productos (bolsas, etiquetas, dossier, posicionales en la ropa, papelería…).

Antes de diseñar debo saber para quién estoy diseñando. Es fundamental definir un target que condicionará todas mis decisiones. Por ejemplo, si yo quiero diseñar ropa para ejecutivas neoyorkinas (Donna Karan), mis tejidos deben ser confortables y resistentes y mis prendas deben ser formales y elegantes. Si quiero diseñar para un público atrevido y joven (Jeremy Scott) trabajaré con tejidos deportivos, colores alegres, formas desenfadas… Cuanto más defina mi público objetivo, más concreta y definida será mi colección: edad, profesión, género, poder adquisitivo, nivel cultural, círculo social…

Una vez que sé quién soy y a quién me dirijo, puedo empezar mi primera colección sin perder de vista todo lo trabajado hasta ahora. Existen otras premisas a definir antes de “coger el lápiz”. Además de su calidad y su argumento, a una colección la caracterizan una serie de decisiones básicas e inevitables que es necesario aclarar antes de crear, ya que son determinantes en el diseño. Aquí os dejo algún ejemplo de preguntas a responder sobre una futura colección que garantiza la coherencia:

-¿Primavera/verano?¿otoño/invierno?
-¿Hombre?¿mujer?¿niño?¿mixto?
-¿Fiesta?¿casual?¿ropa deportiva?… 

Y ahora toca decidir lo más complicado: ¿qué va a hacer de mi colección? algo singular y único. Esto es lo que va a caracterizar a mi proyecto por encima de cualquier otra decisión. Necesito encontrar un argumento, indagarlo, desarrollarlo y exponerlo con suficiente profundidad como para que justifique una colección completa. Una colección es más poderosa cuanto más se argumenten sus singularidades.

​¿Cómo cuento todo esto a un jurado? Tan importante son las fotos o los dibujos de una colección como su identidad gráfica, el formato de presentación, la carpeta o la caja que lo envuelven… A veces pasa que un evaluador descarta una colección tan solo porque el dossier de presentación no cubre unos mínimos de calidad y atractivo.

La mayoría de los cursos de moda se desarrollan en torno a contenidos puramente centrados en la creatividad y en la confección, dejando de lado tanto la metodología proyectual (que nos lleva a realizar proyectos profundamente profesionales) como el branding que nos permite posicionarnos como marca.

Ante esta carencia en Estación Diseño nos propusimos crear un curso que se centrara en estos contenidos, destinado a diseñadores de moda que quieren desarrollar una colección completa preparada para ser competitiva tanto en ambientes profesionales como en concursos y certámenes.

El curso se llama “Colecciones de moda”, y en él los alumnos trabajan en modo alto rendimiento para cubrir todos los aspectos necesarios para lanzar su carrera profesional como diseñadores de moda. Crean su propia marca, desarrollan su identidad corporativa, conceptualizan su propia colección y la desarrollan, preparan un dossier profesional y aprenden a comunicar su marca, tanto en las redes sociales como editoriales.

​Si quieres conocer en profundidad los contenidos de este curso pincha en el siguiente enlace:

–ESTACIÓN DISEÑO–

Las fotografías que acompañan a este artículo son, precisamente, de una colección desarrollada en este curso de Colecciones de Moda por Tania Romero. Después de estudiar diferentes cursos de moda, en esta titulación diseñó su propia identidad, creo una colección de 16 outfits llamada “Lágrimas de Mar” y puso en marcha su propia marca. La colección tenía un grado de profesionalidad tan alto que fue seleccionada para desfilar, entre otros eventos, en el South de Cádiz, en el Certamen de jóvenes diseñadores de Andalucía oriental y en la Pasarela de la Cruz Roja, fue seleccionado como Proyecto de estudiante en la bienal de diseño iberoamericano de 2015 y uno de sus vestidos se comercializará en breve en El Corte Inglés tras ganar el premio Fashion Academy del Corte Inglés.